Te mereces un masaje

En QiSen nos gustaría que pensaseis en los masajes desde una perspectiva algo diferente. Es muy cierto que, a veces, el padecimiento físico, el estrés y, en fin, todos esos dolores de la existencia de los que nadie se salva (¡y nosotros tampoco somos una excepción, claro…!) nos hace buscar soluciones, nos hace abordar el masaje como remedio, alivio o descanso temporal frente a las cuestas arriba de la vida. Y, por supuesto que aquí nos tenéis, dispuestos a echaros una mano (nunca mejor dicho). Como dicen por ahí: siempre hay un roto para un descosido. Y no hay dolor que un buen masaje no pueda aliviar, por lo que no dejamos de animaros a que vengáis a visitarnos. Sin embargo, pensad si ese día que acudisteis a comer a un buen restaurante fue porque estabais muertos de hambre o si cuando os fuisteis a la playa de vacaciones fue por orden del médico ante una alarmante carencia de vitamina D, o si tuvisteis que elegir entre pasear por el parque o jugaros la salud, inertes en un sofá, delante de un televisor.
Con todos estos ejemplos, lo que os quisiera decir es que nuestros masajes no han de ser necesariamente vuestra apuesta a la desesperada para poner remedio a lesiones u otros contratiempos del cuerpo. El Masaje Thai también puede ser ese mimo, ese premio, esa palmadita en la espalda, ese “porque yo lo valgo”.
No hace falta que viajes al espacio para salir flotando ni que te arranquen sonrisas como quien te saca una muela. Reflexiona sobre ello y si te decides, aquí nos tienes. Date un gustazo. En QiSen nos agrada -y mucho- pensar en que os hemos podido aportar un trocito de felicidad.